Fedecámaras
rechaza las Leyes Habilitantes por ser "inconsultas". Como les cuesta
aceptar que en este país se acabaron las reuniones secretas, los pactos a
puerta cerrada, los compromisos con el gran capital privado, el
campaneo de whisky en los restaurantes del este donde se aprobaron las
reducciones de salario, los despidos masivos y la venta de empresas
públicas.
La mecánica neoliberal que impulsó
CAP no tuvo como sitial los salones de Miraflores. La majestuosidad
revendedora (porque eso son ellos, revendedores del territorio) se dio
en los restaurantes, bares, puticlub´s y una que otra Quinta del
Country.
A esos sitios siguen yendo recurrentemente. Pero
ahora, mientras devoran su Pavo con el respectivo Whisky en las rocas,
lo único que pueden hacer es llorar mientras esriben en una servilleta
los amores perdidos (entre putas y firma de documentos) que alguna vez
tuvieron con Carlos Andrés.
Darle una patada por el culo al
FMI (y a sus principales sirvientes) sin duda alguna les torció el alma
arrechamente. Cada palabra de Maduro le da 10 vueltas al perno que
taladra en sus ojos la construcción de lo nuevo, donde el protagonista
es aquel que hace 30 años intentaron desaparecer a punta de obscenidad
televisiva.
Por eso es que cuando Maduro gira el tornillo de lo
político la resultante en ellos es la misma que la de un coleto recién
estrujado. Sus lágrimas, sus arrecheras, sus prepotencias y sus agonías
huelen a mierda. Son coleto putrefacto que se perfuma todos los días
intentado ocultar su condición: encubridores (y defensores) del mierdero
fabril global a la que le abrieron las puertas.
(La foto fue tomada a estás miserias humanas en un restaurant mayamero el día que murió el nuestro)
No hay comentarios:
Publicar un comentario