Las siguientes líneas fueron escritas en respuesta a
las declaraciones ofrecidas recientemente por la ex diputada María
Corina Machado, quien se le ocurrió criticar sin ningún tipo de
argumentos la visita del presidente Nicolás Maduro a la República de China.
Honorable Señora,
En respuesta a su carta del 8 de enero 2015 dirigida al camarada Xi Jinping, Presidente de la República Popular
China, he recibido instrucciones de responderla para hacer honor a la
tradicional cortesía de mi país y, al mismo tiempo, señalarle:
Primero
Firma usted su carta como “Diputada a la Asamblea Nacional”,
cargo y título que usted –efectivamente– tuvo y del cual fue despojada
por sus colegas parlamentarios por haber representado a otro país (?) en
la Organización de Estados Americanos (OEA), con el propósito
manifiesto de oponerse a la representación oficial de Venezuela en dicho
foro. La República Popular China no se entromete en los asuntos
internos de Venezuela, pero creo pertinente comentar que si un diputado
chino hubiera incurrido en semejante conducta, y hubiera cometido la
locura de volver a China, lo hubiéramos tratado sin la benevolencia que
usted ha recibido de parte del Gobierno de su país y habría perdido algo
más que su curul. Me atrevo, además, a suponer que es en función de esa
benevolencia que usted hoy se atribuye un título que no tiene para
descalificar a su Gobierno y denunciar acuerdos bilaterales que sin duda
beneficiarán a su pueblo.
Segundo
Habla usted “en nombre de los ciudadanos
venezolanos que hoy nos preparamos para la reconstrucción de nuestro
país”, y suponemos se refiere
a sus correligionarios. No podemos sino desearle éxito en dicha
preparación si es para alcanzar el poder dentro de la legalidad
constitucional venezolana, es decir mediante elecciones.
No parece pertinente de su parte
“advertir al pueblo chino” (son sus palabras) de cualquier cosa que sea.
Habla usted con irrespeto y racismo, como si el Gobierno de una nación
de 1.370 millones de habitantes necesitara que usted le informe sobre las realidades del mundo.
Peor aún, comienza su “advertencia” con una afirmación tan errónea como
es “Venezuela atraviesa una crisis económica y social sin precedentes”,
cuando hasta los estudiantes chinos
y venezolanos saben que el actual “proceso” venezolano nació justamente
de la profunda y dramática crisis neoliberal de los ochenta y noventa,
que era política y social y no solamente económica como la actual que,
además, es en gran parte artificial y provocada.
Tercero
En cuanto a la parte de su “advertencia” que señala, como para atemorizarnos, “una grave escasez de productos de primera
necesidad, el aumento desenfrenado de la inflación y la destrucción del
sector productivo” un estudio aún superficial de la historia china le
permitirá enterarse, señora Machado, que esas eran las condiciones
cuando nació, en 1948 y en plena guerra fría, nuestra gloriosa República
Popular China, sin mencionar la guerra fría y acoso por parte del
entonces gobierno macarthista de los Estados Unidos.
Cuarto
Escribe usted que “La solicitud de financiamiento
hecha recientemente por el Sr. Maduro ante la República Popular China,
no garantiza que los recursos se utilicen de una manera responsable…”.
Una solicitud en sí no garantiza nada: en las negociaciones bilaterales
entre China y Venezuela rige el mutuo interés estratégico y las
garantías financieras. En cuanto al destino y uso que hace cada Estado
de sus finanzas, eso es un asunto de política interna: nosotros no somos
el Fondo Monetario Internacional
(FMI) ni somos el Gobierno de su amigo George Bush. El Gobierno chino
no regala, ni apuesta decenas de miles de millones de dólares sin saber
con quién está tratando: consideramos que Venezuela tiene suficientes
recursos materiales y humanos para garantizar cualquier cosa. Y sobre la
parte de su “advertencia” que indica que “la caída de los precios del
petróleo les restan el soporte (sic) que requeriría la solicitud”,
nuestros expertos petroleros difieren y piensan que hay razones para
esperar un repunte de precios en 2015.
Quinto
En cuanto a su afirmación de que “el
nuevo empréstito podría (sic) estar fuera de toda norma constitucional
venezolana”, su condicional “podría” genera dudas sobre si el tema la
supera a usted o si intentó formular una amenaza, como si la República
Popular China no supiera quién es usted y su poca autoridad que en
materia constitucional.
El resto de su carta es puramente
político, y trata asuntos para ser debatidos entre venezolanos. Me
detendré, sin embargo, en su afirmación de que miles de millones de
dólares han sido para “proyectos en el área social que hoy no están
concluidos”. Y decirle que esperamos que nunca se concluyan, porque esa
es, justamente, la naturaleza de los proyectos sociales.
Termina usted su carta asegurándonos que “al lograr la transición hacia la democracia, el nuevo Gobierno
de Venezuela honrará los compromisos asumidos con la República Popular
de China”, a lo que me veo obligado a señalarle que la República
Bolivariana de Venezuela está reconocida como una democracia por los
casi 200 países miembros de las Naciones Unidas y, en general, por toda
la comunidad internacional.
Siendo Venezuela una democracia, quizás la “transición” que usted nos
anuncia sea hacia otra cosa que no nos permitimos ni queremos adivinar.
Lo único que podemos hacer, en esta China milenaria y socialista, es
preguntarnos si el “nuevo Gobierno” que usted anuncia… durará o duraría
más que el de su antiguo socio y colega Pedro Carmona Estanga.
Con nuestra consideración
Me suscribo,
Dr. Fu Man Chu
Encargado de Asuntos Atípicos Internacionales
Xihuang-Chenggen Beijie, Beijing
República Popular de China
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