El 8 de diciembre de 2012, el Comandante Supremo Hugo Chávez pronunció por última vez un discurso al país, el cual dejó una huella imborrable en el corazón de todos los y las patriotas por aquellas palabras conmovedoras que expresaban su grandesa, su condición de revolucionario, estadista y humanista. Desde allí, orientó cual profeta y político a todo el pueblo venezolano, en un momento tan difícil para toda la Patria: “mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón”, orientación que el pueblo cumplió con lealtad.
Un discurso doloroso para muchos
revolucionarios y revolucionarias en Venezuela y en cualquier rincón de
este mundo, para quienes acompañaron y sufrieron la terrible enfermedad
del Comandante Hugo Chávez, pero también fue un discurso de moral y de
batalla, que ha señalado el camino a lo largo de todos estos meses y
marcará rumbo de los próximos años de lucha política en la transición
hacia el Socialismo.
“Uno siempre ha vivido de milagro en milagro”
En el marco de una compleja enfermedad
como el cáncer, después de distintos, largos y rigurosos tratamientos
médicos , durante dos años, en los que no dejó de cumplir sus
responsabilidades como Primer Mandatario de la república y asumió una
intensa campaña electoral, en la que recorrió, sin parar en dos meses,
todos los rincones de la Patria, para resultar victorioso de manera
contundente el 7 de octubre de 2012; el Comandante Supremo Hugo Chávez,
comunica a todo el país, la difícil noticia de que su enfermedad ha
reincidido:
“Bueno, yo decidí venir, haciendo un
esfuerzo adicional en verdad, porque bueno los dolores son de alguna
importancia ¿no? Pero, bueno, con el tratamiento, calmantes, estamos en
una fase preoperatoria, preparando todo. Yo necesito, debo retornar a La
Habana mañana, así que aquí tengo la carta de solicitud a la Asamblea
Nacional, al presidente aquí presente, el compañero Diosdado Cabello,
voy aprovechar para firmarla de una vez, para que por favor la soberana
Asamblea Nacional me autorice a ausentarme ahora —aquí está explicado—
con el objetivo de la nueva intervención quirúrgica”.
Con firmeza y total sinceridad, con la
transparencia que siempre lo caracterizó al trasmitir las noticias más
difíciles, con plena seguridad de la madurez del pueblo, el Comandante
Chávez continuó diciendo:
“Hago entrega de la solicitud, señor
Presidente, para ir a enfrentar esta nueva batalla. Con el favor de
Dios, como en las ocasiones anteriores, saldremos victoriosos, saldremos
adelante. Tengo plena fe en ello, y bueno como hace tiempo estoy
aferrado [besa a Cristo] a Cristo, el Cristo… Uno siempre ha vivido de
milagro en milagro, siempre he dicho yo. Llegamos al 4 de febrero como
de milagro”.
“Fue como de milagro el 11 de abril, 12
de abril, 13 de abril; eso fue como un milagro, fue un milagro. Yo sigo
aferrado a ese milagro”.
Unidad, unidad, unidad, esa debe ser nuestra divisa
En esta alocución el Comandante Chávez
hizo un balance de las fortalezas de la Revolución alcanzadas durante
tantos años de lucha, entre las que resaltó la unidad del pueblo, la
unidad de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, la concreción de un
liderazgo colectivo; elementos que permitirían mantener la estabilidad
política del país y la continuidad de la Revolución Bolivariana en los
próximos años, para hacer frente a los ataques permanentes del
imperialismo norteamericano a través de sus lacayos en Venezuela (la
burguesía local y la derecha fascista):
“Venezuela ya hoy no es la misma de hace
veinte años, de hace cuarenta años. No, no, no. Tenemos un pueblo,
tenemos una Fuerza Armada, la unidad nacional. Si en algo debo insistir
en este nuevo escenario, en esta nueva batalla, en este nuevo trance
—diría un llanero por allá— bueno es en fortalecer la unidad nacional,
la unidad de todas las fuerzas populares, la unidad de todas las fuerzas
revolucionarias, la unidad de toda la Fuerza Armada, mis queridos
soldados, camaradas, compañeros; (…) Digo porque los adversarios, los
enemigos del país no descasan ni descansarán en la intriga, en tratar de
dividir, y sobre todo aprovechando circunstancias como estas, pues”.
“Entonces, ¿cuál es nuestra respuesta? Unidad, unidad y más unidad. ¡Esa debe ser nuestra divisa!”.
“El Partido Socialista Unido de
Venezuela, los partidos aliados, el Gran Polo Patriótico, las corrientes
populares revolucionarias, las corrientes nacionalistas. ¡Unidad,
unidad, unidad! ¡Unidad!”
Liderazgo colectivo
“Afortunadamente esta Revolución no
depende de un hombre, hemos pasado etapas nosotros y hoy tenemos un
liderazgo colectivo que se ha desplegado por todas partes, a mí me ha
dado mucho gusto en estas horas desde nuestra llegada ayer al amanecer
casi ya y bueno desde La Habana en los últimos diez días casi,
verificar, constatar -una vez más- ese liderazgo colectivo…”.
Explicaba el Comandante Chávez,
resaltando la capacidad y trabajo unificado de la dirección de la
Revolución, equipo encargado, junto al pueblo organizado, de continuar y
profundizar la construcción de una Patria Socialista.
“Andan desplegados nuestros líderes, nuestros cuadros, hombres, mujeres con un gran fervor patrio y yo les felicito…”
Patria querida
En un momento emotivo del discurso el
Comandante Hugo Chávez destacó que el más preciado bien que hemos
rescatado es la Patria, recordando a Bolívar y a todas aquellas y
aquellos patriotas que entregaron su vida durante más de 200 años, con
tantos esfuerzos y sufrimientos por labrar la independencia absoluta, de
igual manera, cantó con profunda pasión el himno del Batallón de los
Bravos de Apure:
“Hoy, por fin, después de tanta lucha
tenemos Patria a la cual seguir haciendo el sacrificio, desde mi corazón
de patriota reitero mi llamado a todos los patriotas de Venezuela y a
todas las patriotas de Venezuela, porque, bueno, somos revolucionarios,
somos socialistas, somos humanos, somos muchas cosas pero en esencia,
patriotas, patriotas y cada vez que yo hablo del patriota, recuerdo
aquella canción, vieja canción de los soldados tanquistas de Venezuela
que aprendí de casi niño todavía ya aquí la llevo en el alma
¿eh?
[canta] Al rumor de clarines guerreros, ocurre el blindado, ocurre
veloz, con celosos dragones de acero que guardan la Patria que el cielo
nos dio, patria, patria, patria querida tuyo es mi cielo, tuyo es mi
sol, patria, tuya es mi vida, tuya es mi alma, tuyo es mi amor.
Tuya
Patria, la Patria ¡hoy tenemos Patria! Y pase lo que pase en cualquier
circunstancia seguiremos teniendo Patria, Patria perpetua -dijo Borges-
Patria para siempre, Patria para nuestros hijos, Patria para nuestras
hijas, Patria, Patria, la Patria”.
Nicolás Maduro, un revolucionario a carta cabal
Finalmente, el Comandante Supremo Hugo Chávez, resaltó las cualidades de revolucionario del actual presidente, Nicolás Maduro:
“…el compañero Nicolás Maduro, un hombre
revolucionario a carta cabal, un hombre de una gran experiencia, a
pesar de su juventud; de una gran dedicación al trabajo, una gran
capacidad para el trabajo, para la conducción de grupos, para manejar
las situaciones más difíciles. Lo he visto, lo hemos visto (…) mi opinión
firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que
—en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de
nuevo a elecciones presidenciales— ustedes elijan a Nicolás Maduro como
presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido
desde mi corazón”.
No faltarán los que traten de
aprovechar coyunturas difíciles para, bueno, mantener ese empeño de la
restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la
Patria. No, no podrán, ante esta circunstancia de nuevas dificultades
-del tamaño que fueren- la respuesta de todos y de todas los patriotas,
los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras
como diría Augusto Mijares, es unidad, lucha, batalla y victoria.
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