Como hemos analizado en artículos anteriores la nueva etapa de la
revolución bolivariana ha estado bajo intensas presiones nacionales e
internacionales, producto de una estrategia antidemocrática de la oposición y
de sus aliados internacionales, avalados y apoyados por el gobierno de Estados
Unidos. El intento de descredito del Consejo Nacional Electoral (CNE), así como
los ataques recientes del gobernador del Estado Miranda Henrique Capriles al Tribunal
Supremo de Justicia (TSJ), de que no responden a sus reclamos sobre las
elecciones del 14 de abril del 2013, siendo estas pruebas desestimadas por el
CNE por ser carentes de credibilidad, ya que en ninguna mesa electoral los testigos de la denominada Mesa de la Unidad
Democrática (MUD) informaron sobre ninguna anomalía en esta votación
presidencial, lo que dejó sentados los reclamos apócrifos de una derecha
golpista y antidemocrática.
Ante esta realidad el gobierno del presidente Nicolás
Maduro ha desarrollado sus propias estrategias, en temas como crear una base
productiva para avanzar en temas de producción de alimentos, y una nueva
modalidad de gobierno de calle, donde el mismo presidente y los Ministros
debaten y reciben de las comunidades organizadas propuestas para avanzar en
necesidades del pueblo, tanto en el área de producción, vivienda,
infraestructura, entre otras iniciativas del pueblo organizado en Consejos
Comunales (vecinos organizados), tal como
lo plantea la constitución venezolana, en la construcción del Poder
Popular.
Otro de los temas que han sido bandera en la campaña
electoral de Maduro, es el tema de la seguridad ciudadana. La delincuencia
organizada se ha convertido en un grave flagelo y ante esta realidad se ha
creado una estrategia de seguridad. El
Plan Patria Segura surge al calor de una nueva visión anti delincuencia, la
creación de un gran comando con la participación de las policías, la Nacional, Estadal, Municipal, la Guardia
Nacional Bolivariana (GNB) (estructura paramilitar de acción ciudadana) y el
Ejercito Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (ENRBV), las cuales
coordinan en cada estado y rincón de Venezuela un plan de desarticulación de la
delincuencia, de los narcotraficantes, y de los distintos grupos de
pandillas. Esta nueva táctica ha logrado
en menos de un mes de articulada, la disminución de actos de acciones
vandálicas, como secuestros y asesinatos, en una labor muy difícil por el
desborde de la delincuencia.
El gobierno
bolivariano combate la especulación y la corrupción
El gobierno bolivariano ha comenzado un plan anti
corrupción y especulación. La necesidad de combatir estos males endémicos de
cualquier sociedad organizada ha generado una intensa campaña de los organismos
de control anti delitos de la policía y las Fuerzas Armadas, quienes han
detenido a funcionarios en actos de corrupción, tanto en empresas estadales
como en Gobernaciones y Alcaldías, siendo muchos de estos funcionarios
corruptos acusados de anti revolucionarios y traidores por el presidente
Maduro. Estas acciones han sido bien
vistas el pueblo venezolano, quienes contribuyen con sus denuncias el accionar
de las investigaciones, para la acción de detención y enjuiciamiento de estos
delincuentes de cuello blanco.
En ese mismo sentido el tema del descontrol de
precios y la especulación, ha sido otro de los frentes que debe combatir el
gobierno. Para lograr este objetivo se debió hacer profundos cambios en el
Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios
(Indepabis), fue designado como su presidente Eduardo Samán quien inició a
nivel nacional las batidas de calle con las jornadas de fiscalización para
combatir la especulación y el acaparamiento, haciendo cumplir los lineamientos
dados por el presidente de la República Bolivariana, Nicolás Maduro.
En este sentido Samán encabezó la inspección que se
realizó en Caracas, específicamente en Parque Central, parroquia San Agustín,
donde dijo que “por las diversas
denuncias que se han recibido en este sector, vamos a inspeccionar todos los
locales de ventas de alimentos, restaurantes, comercios prestadores de
servicios y estacionamiento. De una vez le vamos a poner un parao, un freno a
esta locura de incremento, a esta reacción en cadena de los precios y del
nerviosismo generalizado”.
Samán hizo referencia, al tema de los sobreprecios en
el sector de la economía popular y explicó que “se le va solicitar factura de los productos y se le hará seguimiento a
los mayoristas que le distribuye. De este modo insistió en que “la forma de que
nosotros detendremos esa situación es poniendo atención a este hecho y
dialogando, nuestra idea no es ser represivos, pero queremos que este sector
entienda que cada vez que ellos ofertan productos a sobreprecio estimulan una
nueva devaluación y le quitan dinero a sus compatriotas de sus bolsillos”.
La
oposición juega al golpismo y la desestabilización en Venezuela
Nos
pareció importante resaltar que un reciente acto realizado, por el dirigente Nacional del
Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Jorge Rodríguez, desde el Teatro
Principal en Caracas, presentó un audio de la diputada de derecha María Corina
Machado, donde ésta lamenta que “los
planes de golpe de Estado contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro no
se han concretado, critica la línea del Secretario General de la Mesa de la
Unidad (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, y las posiciones adoptadas por el ex
candidato Capriles Radonsky”.
Este
audio muestra la conversación sostenida con el historiador Germán Carrera
Damas. Machado se muestra en desacuerdo con la posición del Secretario General
de la Mesa de la Unidad (MUD) ante Washington. Según Machado, Guillermo Aveledo
ha dicho al Departamento de Estado de los Estados Unidos que “la única manera de salir de esto es provocar una crisis, un golpe
de Estado o un autogolpe, o un proceso de atornillamiento y domesticación donde
se genera un sistema de control social total”;
Estas
declaraciones de Aveledo, la diputada de derecha las considera insuficientes y
poco radicales. A lo que agregó que “Yo
tengo una indignación porque yo debí haber ido antes al Departamento de Estado.
Hemos debido hacer otras cosas. Uno se tiene que sentar con los actores claves,
llevándoles información clave. Que el Congreso reaccione. Por eso es que aquí
está pasando lo que está pasando en Venezuela y la gente no se entera, porque
el Departamento de Estado no le parece que esto es grave”.
Más
adelante Machado revela además que
sectores de la derecha venezolana temen que ella tome las direcciones de las
relaciones internacionales en nombre de la oposición y que se generen
decisiones más radicales. Y dijo que “Ellos
tienen muchísimo miedo que yo vaya y me reúna con el Departamento de Estado,
los senadores, o con personas que puedan tener influencia y posicionar una
línea radical -como me califican- con
confrontaciones no dialogantes, no electorales”
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