martes, 2 de julio de 2013

La oposición juega al golpismo y la desestabilización en Venezuela



Como hemos analizado en artículos anteriores la nueva etapa de la revolución bolivariana ha estado bajo intensas presiones nacionales e internacionales, producto de una estrategia antidemocrática de la oposición y de sus aliados internacionales, avalados y apoyados por el gobierno de Estados Unidos. El intento de descredito del Consejo Nacional Electoral (CNE), así como los ataques recientes del gobernador del Estado Miranda Henrique Capriles al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de que no responden a sus reclamos sobre las elecciones del 14 de abril del 2013, siendo estas pruebas desestimadas por el CNE por ser carentes de credibilidad, ya que en ninguna mesa electoral los  testigos de la denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) informaron sobre ninguna anomalía en esta votación presidencial, lo que dejó sentados los reclamos apócrifos de una derecha golpista y antidemocrática.

Ante esta realidad el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha desarrollado sus propias estrategias, en temas como crear una base productiva para avanzar en temas de producción de alimentos, y una nueva modalidad de gobierno de calle, donde el mismo presidente y los Ministros debaten y reciben de las comunidades organizadas propuestas para avanzar en necesidades del pueblo, tanto en el área de producción, vivienda, infraestructura, entre otras iniciativas del pueblo organizado en Consejos Comunales (vecinos  organizados), tal como lo plantea la constitución venezolana, en la construcción del Poder Popular. 

Otro de los temas que han sido bandera en la campaña electoral de Maduro, es el tema de la seguridad ciudadana. La delincuencia organizada se ha convertido en un grave flagelo y ante esta realidad se ha creado una estrategia de seguridad.  El Plan Patria Segura surge al calor de una nueva visión anti delincuencia, la creación de un gran comando con la participación de las policías,  la Nacional, Estadal, Municipal, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) (estructura paramilitar de acción ciudadana) y el Ejercito Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (ENRBV), las cuales coordinan en cada estado y rincón de Venezuela un plan de desarticulación de la delincuencia, de los narcotraficantes, y de los distintos grupos de pandillas.  Esta nueva táctica ha logrado en menos de un mes de articulada, la disminución de actos de acciones vandálicas, como secuestros y asesinatos, en una labor muy difícil por el desborde de la delincuencia.
  
El gobierno bolivariano combate la especulación y la corrupción

El gobierno bolivariano ha comenzado un plan anti corrupción y especulación. La necesidad de combatir estos males endémicos de cualquier sociedad organizada ha generado una intensa campaña de los organismos de control anti delitos de la policía y las Fuerzas Armadas, quienes han detenido a funcionarios en actos de corrupción, tanto en empresas estadales como en Gobernaciones y Alcaldías, siendo muchos de estos funcionarios corruptos acusados de anti revolucionarios y traidores por el presidente Maduro.  Estas acciones han sido bien vistas el pueblo venezolano, quienes contribuyen con sus denuncias el accionar de las investigaciones, para la acción de detención y enjuiciamiento de estos delincuentes de cuello blanco.

En ese mismo sentido el tema del descontrol de precios y la especulación, ha sido otro de los frentes que debe combatir el gobierno. Para lograr este objetivo se debió hacer profundos cambios en el Instituto para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis), fue designado como su presidente Eduardo Samán quien inició a nivel nacional las batidas de calle con las jornadas de fiscalización para combatir la especulación y el acaparamiento, haciendo cumplir los lineamientos dados por el presidente de la República Bolivariana, Nicolás Maduro.

En este sentido Samán encabezó la inspección que se realizó en Caracas, específicamente en Parque Central, parroquia San Agustín, donde dijo que “por las diversas denuncias que se han recibido en este sector, vamos a inspeccionar todos los locales de ventas de alimentos, restaurantes, comercios prestadores de servicios y estacionamiento. De una vez le vamos a poner un parao, un freno a esta locura de incremento, a esta reacción en cadena de los precios y del nerviosismo generalizado”.

Samán hizo referencia, al tema de los sobreprecios en el sector de la economía popular y explicó que “se le va solicitar factura de los productos y se le hará seguimiento a los mayoristas que le distribuye. De este modo insistió en que “la forma de que nosotros detendremos esa situación es poniendo atención a este hecho y dialogando, nuestra idea no es ser represivos, pero queremos que este sector entienda que cada vez que ellos ofertan productos a sobreprecio estimulan una nueva devaluación y le quitan dinero a sus compatriotas de sus bolsillos”.

La oposición juega al golpismo y la desestabilización en Venezuela

Nos pareció importante resaltar que un reciente acto  realizado, por el dirigente Nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Jorge Rodríguez, desde el Teatro Principal en Caracas, presentó un audio de la diputada de derecha María Corina Machado, donde ésta lamenta que “los planes de golpe de Estado contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro no se han concretado, critica la línea del Secretario General de la Mesa de la Unidad (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, y las posiciones adoptadas por el ex candidato Capriles Radonsky”.

Este audio muestra la conversación sostenida con el historiador Germán Carrera Damas. Machado se muestra en desacuerdo con la posición del Secretario General de la Mesa de la Unidad (MUD) ante Washington. Según Machado, Guillermo Aveledo ha dicho al Departamento de Estado de los Estados Unidos que “la única manera de salir de esto es provocar una crisis, un golpe de Estado o un autogolpe, o un proceso de atornillamiento y domesticación donde se genera un sistema de control social total”;

Estas declaraciones de Aveledo, la diputada de derecha las considera insuficientes y poco radicales. A lo que agregó que “Yo tengo una indignación porque yo debí haber ido antes al Departamento de Estado. Hemos debido hacer otras cosas. Uno se tiene que sentar con los actores claves, llevándoles información clave. Que el Congreso reaccione. Por eso es que aquí está pasando lo que está pasando en Venezuela y la gente no se entera, porque el Departamento de Estado no le parece que esto es grave”.

Más adelante  Machado revela además que sectores de la derecha venezolana temen que ella tome las direcciones de las relaciones internacionales en nombre de la oposición y que se generen decisiones más radicales. Y dijo que “Ellos tienen muchísimo miedo que yo vaya y me reúna con el Departamento de Estado, los senadores, o con personas que puedan tener influencia y posicionar una línea radical -como me califican-  con confrontaciones no dialogantes, no electorales”

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