En ocasiones cuando se conocen opiniones políticas el perplejo se hace
presente obligando a la reflexión sobre qué realmente está presente en los
actuales momentos en nuestros escenarios políticos. Estas realidades, probable,
sean en consecuencia de las matrices de opinión que se han desarrollado desde
que se hizo realidad la “toma del poder”, por ejercicio democrático, voluntario
y en base a la Constitución y las leyes correspondientes, del Comandante, Hugo
Rafael Chávez Frías, y, en consecuencia, del arribo al poder real de la conceptualidad
de la Revolución Bolivariana y la propuesta del Comandante Chávez Frías del
“socialismo del siglo XXI”. Aquella y estas realidades no son solo palabras y
buenas intenciones sino propuestas y conceptos a desarrollar en la praxis y la
reflexión obligada en el marco referente que significa que la Revolución
Bolivariana es una revolución y es “la Revolución” que se ha propuesto, por el
Comandante Chávez Frías, para Venezuela con “la realidad” que el desarrollo que
se ha venido ocurriendo desde el Poder real revolucionario ha traspasado
fronteras que han retroalimentado a la propia revolución nacional venezolana.
En
esa línea de desarrollo, inexorablemente, debemos aceptar que la Revolución
Bolivariana tanto como concepto como en sus praxis es, además de sui generis, profundamente, auténtica en
sus paradigmas ideológicos y pragmáticos. Debemos comenzar aceptando que la
Revolución Bolivariana es, profundamente, incomparable a modelos, tanto en
cuanto revolucionarios en sus procesos hacia la toma del poder como es
profundamente desigual al ejercicio del poder en revolución permanente de las
ya conocidas revoluciones.
Permítasenos
exponer, por ahora, un solo ejemplo que transparentemente nos orienta en
conocer y aceptar esas diferencias fundamentales revolucionarias. Podemos
demostrar que la Revolución Bolivariana en momento alguno ha tratado de imponer
sus paradigmas allende nuestras fronteras en todo caso y en contrario, la
expresión en praxis de la Revolución Bolivariana a lo interno de Venezuela sí
la podemos considerar que ha servido de
espejo a procesos sociales, reiteramos, procesos sociales más allá de nuestras
fronteras. Vamos más allá, nos consideramos que el Comandante Chávez Frías
permanentemente manifestó la característica autóctona de la revolución, del
modelo no copiable y del respecto a todos y cada uno de los movimientos
sociales que se manifiestan en nuestro continente americano. Sí debemos
precisar que sí es verdad que el Comandante Chávez Frías ha explicado con las
precisiones de cada momento las características de nuestra revolución
venezolana como es obligado precisar que aquellas propuestas expuestas e
impulsadas por el Comandante Chávez Frías a nivel tanto continental como en los
organismos internacionales siempre tuvieron sus bases demostrativas en los
derechos que tienen tanto todos los “seres creados en sus expresiones sociales”
como los derechos que los países y sus gobiernos deben tener y ejercer en el
marco de la paz mundial, el bienestar de las sociedades y los respetos mutuo
entre los estado-naciones.
Vayamos
al contrario. La diputada María Corina Machado expresó que lamentaba la “…poca firmeza...por parte de la
Administración Obama ante el régimen de Maduro…” (notitarde.com. Junio, 06,
2013) Ante estas opiniones de la diputada Machado contrastamos las
declaraciones oficiales de la UNASUR reconociendo el triunfo y el Gobierno de
Nicolás Maduro Moros. Si nos atrevemos a comparar tiempos históricos, ello nos
podría orientar a las profundas diferencias que se expresan en modelos, formas
y realidades revolucionarias cuales han impactado las realidades
revolucionarias latinoamericanas en las cuales incluimos tanto a Centroamérica
como a los países de El Caribe con las inteligentes políticas que se han venido
expresando en Venezuela gracias a los trabajos cotidianos realizados por el
Comandante Chávez Frías en el proceso de desarrollo de la Revolución
Bolivariana y, actualmente, por Nicolás Maduro Moros desde que,
responsablemente, asumió las responsabilidades tanto del Estado, el Gobierno
como del proceso revolucionario venezolano sin copiar modelos.
Según
lo arriba expuesto, podríamos precisar que mientras que las derechas
venezolanas no han cambiado su discurso, para ser más precisos, no han
evolucionado en sus correspondientes paradigmas de ideología de derechas
teniendo en la mano cualquier cantidad de análisis y estudios de las derechas
europeas, estadounidenses, japonesas, indochinas y filipinas no han logrado
reflexionar para proponer al electorado venezolano un programa de derechas
acorde y relacionado con las realidades globales venezolanas mientras que las
izquierdas venezolanas, gracias al Comandante Chávez Frías quien analizó las
realidades histórico-ideológicas venezolanas, han propuesto y lo vienen
desarrollando desde el poder real un y el programa de gobierno para Venezuela
autóctono, objetivo y factible en el marco de un proceso a largo plazo
profundamente diferente a las propuestas pretéritas de izquierda que se
expusieron en esos tiempos pretéritos venezolanos. Es verdad que caben las
inquietudes de “los tradicionales” de preguntarse sí este proceso
revolucionario bolivariano, nacionalista, chavista y, ahora, con las propuestas
de Maduro Moros (léase: “gobierno de calle” y “revolución es calle”) es
socialista. Es ello muy respetable como respetable es demostrar otras visiones.
La
Revolución Bolivariana es profundamente diferente a todas otras revoluciones
que se han expresado en la Historia de la Revolución de la Humanidad pero sin
descartar que esta revolución venezolana se niegue a la incorporación de
perfectibilidades tanto en sus praxis como teóricas en función y en realidad de
los procesos de cambios que se vayan expresando tanto en la estructura
económica como en la superestructura del estado venezolano. Uno de los temas
recurrentes es la crítica al proceso actual de la revolución en China de todo
nuestro respeto pero, presentando nuestras correspondientes disculpas,
expresan, esas críticas, las lógicas lagunas tanto las cuales se corresponden
con el marco ideológico judeocristiano que ha imperado en el llamado Occidente
como el lógico desconocimiento, por diferentes razones, de las realidades tanto
históricas revolucionarias para no incluir, en esta oportunidad, las realidades
cultural-ideológico-históricas del pueblo chino; como debemos incluir los
significados de los cambios que se han desarrollado en China desde el Congreso
del Partido Comunista Chino celebrado en diciembre del 1978 que se definieron
como las “políticas de reforma y apertura” impulsadas por Deng Xiaoping cuales
han permitido importantes y fundamentales cambios en la estructura económica
china hasta las realidades actuales que han obligado al Pentágono a comenzar a
desarrollar lo que José Vicente Rangel Vale ha denominado con precisión como la
“nueva política Obama”. Esa política
china le está permitiendo posesionarse internacional y mundialmente como,
primeramente, una potencia regional y, seguidamente, en un proceso mundial
hacia su consolidación como una potencia mundial en el marco de aquella política
del Comandante Chávez Frías de alcanzar un mundo multicéntrico y pluripolar en
el marco de un nuevo escenario geopolítico internacional.
El
Presidente-obrero, Nicolás Maduro Moros, ha expresado la necesidad de
desarrollar “zonas económicas especiales”
en el marco de las realidades objetivas venezolanas tanto en función de sus
ventajas objetivas económicas como y aquí lo novedoso de la propuesta de Maduro
Moros cual se diferencia a las realidades expresadas en otras zonas económicas
especiales de que esas zonas especiales deberán estar enmarcadas en los
paradigmas correspondientes de la Revolución Bolivariana, en el marco
dialéctico de la expresión económica socialista en equilibrio de la
productividad-ganancia-socialista y el empresariado nacionalista y,
evidentemente, agresivo como empresario exportador.
Es
de obligación expresar que, por ejemplo, la “zona económica especial” de
Shenzhen, al sur de China, concretamente, en la provincia de Guangdong, según
visita in situ por nos realizada, en sus principios se expresó con bases
extremadamente anti-lógicas cuando analizamos, con la objetividad teórica
requerida, como era la sobre-explotación de la masa obrera, entre otras
realidades. Lo interesante de la propuesta de Maduro Moros sería que las zonas
económicas especiales que se expresen en territorio venezolano deberán estar
enmarcadas en los derechos constitucionales y las leyes de la República,
especialmente, aquellos derechos referidos a los y las trabajadores. Es decir,
que la propuesta de Maduro Moros no solo impacta, sustancialmente, a la
estructura económica sino impone los paradigmas de la super-estructura al
tiempo que tiene impactos objetivos en la política internacional de la
Revolución Bolivariana según las propuestas del Comandante Chávez Frías arriba
en mención.
La
neo-etapa actual de la Revolución Bolivariana es particularmente importante
para la revolución.
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