Muchos analistas veníamos planteando la posibilidad
de que la crisis europea, llevase al mundo a un conflicto bélico de
proporciones, ante la necesidad de poner en marcha sus hoy parados complejos
industriales-militares, con bancos desbordantes de dinero, con desocupación
creciente que en los menores de 25 años alcanza el 40%. Usar un conflicto
interno a complejizar e internacionalizar, es una maniobra perversa, que
colocará al planeta ante graves riesgos.
Es otra vez la teoría del Caos, primero se provoca
una convulsión tipo reclamo por elecciones, de fraudes, de corrupción, de
represiones; luego ante la falta de respuestas comienzan los atentados, que ya
no son catalogados de terroristas sino de "rebeldes" por parte de la
prensa internacional, alineada con esos intereses; el siguiente paso es el reconocimiento
en el exterior de "un gobierno en el exilio" desde donde llegará el
financiamiento necesario para prolongar la acción armada; luego los medios
empezarán a hablar y mostrar la "brutalidad del régimen" o sea el
gobierno legítimo de ese país en la defensa de sus instituciones; luego cuando
la ofensiva fracasa se llama a terceros interesados que planteen que su
seguridad está amenazada y actúan atacando desde fuera; por último se llama a
la "comunidad internacional" a intervenir si es posible a través del
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y si hay veto de Rusia y China como en
el caso Sirio, se procede en nombre "de la democracia y la libertad"
como lo hicieron en Irak, con las consecuencias conocidas, de centenares de
miles de muertos por petróleo. Un canje siniestro.
El costo de este tipo de operaciones, también por
el oro negro en Libia fue de 16 mil millones de dólares de financiamiento a
rebeldes sirios y mercenarios de todas las partes del mundo, hambrientos de
dinero y "libertad". Una compleja trama de intereses coaligados
irrumpe en esos escenarios con fines siempre ocultos a los argumentos
esgrimidos, son verdaderas carambolas a tres bandas, donde destruyen regímenes
poco dóciles a los manejos imperiales, se quedan con sus recursos naturales y
emplazan un gobierno títere que les responda a sus demandas. Es la historia de
los Imperios a lo largo de los tiempos.
No olvidemos las palabras de Winston Churchill a
los pocos días del derrocamiento del Presidente Perón en 1955, en la Cámara de
los Comunes: "hoy es el día más glorioso del Reino Unido después de la
Segunda Guerra Mundial, hemos derrocado al tirano Perón y lo perseguiremos
mientras viva y después de muerto también, para que no quede memoria viva de
él". Una repetición calcada de la voracidad imperial en función de sus
intereses, ante gobiernos que intentan reconstruir soberanía, ampliar derechos
ciudadanos, contemplar los intereses de los pueblos y como plantea del Dr. Aldo
Ferrer "vivir con lo nuestro", ante la presión de los organismos
internacionales, tanto financieros como políticos, que con los ejes
neoliberales intentan que nos integremos sumisos a sus intereses, con perfil
agroexportador de comodities, que nos condena a un colonialismo sumiso en forma
permanente.
Los países árabes hace menos de 60 años que dejaron
de ser colonias británicas y francesas, como así también italianas en las
costas mediterráneas. Fueron liberadas bajo condiciones económicas y políticas
en regímenes acordes a las necesidades del anterior tutelaje. Fue implantado
Israel en la región, sometido y expulsado el pueblo Palestino y se
fortalecieron regímenes monárquicos, nunca cuestionados ni demandados de
democracia, como Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Quatar, Kuwait entre otros
dispuestos a cumplir junto a Israel, el papel de policías del Medio Oriente, al
servicio de los países centrales, verdaderos gendarmes de los intereses
concentrados a nivel mundial, que intentan preservar los recursos naturales de
esos países bajo su dominio.
Actualmente esta medida de armar ejércitos
mercenarios para seguir atacando regímenes que no responden a sus intereses,
puede llevar a un conflicto bélico de proporciones, al responder Rusia que
proveerá misiles interceptores al gobierno Sirio, ante los ataques iraelíes y las
amenazas de extender el conflicto al Líbano y al Estado Palestino. Sin embargo
la prensa internacional destaca la presencia, "del eje del mal", del
Partido Hezbollah, que tiene miembros del parlamento libanés elegidos por voto
popular, contando con el primer ministro y miembros del gabinete nacional del
Líbano, pese a lo cual es catalogado de "terrorista" por los mismos
que ahora proveen armas a los verdaderos terroristas que operan en territorio
Sirio, financiados y abastecidos por los "dueños de la libertad y la
democracia" como la Unión Europea y EEUU.
No es lejano a lo que intentan en Latinoamérica,
con la Alianza del Pacífico en un intento de debilitar el Mercosur y el UNASUR
y al CELAC, construcciones de los pueblos integrados en un objetivo común de
emancipación, desarrollo y liberación, como los que soñaron Artigas, Bolívar y
San Martín. Lo hacen además con presiones financieras tipo Fondos Buitres,
Riesgo País de consultoras privadas, demandas del FMI, denuncias ante el CIADI
y la OMC, todas herramientas de los poderes globalizados, en función de un
capitalismo internacional codicioso y extorsivo.
Perón nos enseñó que
"la política, es la política internacional", por lo cual este
análisis es parte de nuestra propia cotidianeidad, aquí en la Patria, que pelea
por Soberanía política y económica más Justicia Social, siendo la única forma
de lograrlo desde la integración regional en una defensa común de la Patria
Grande Latinoamericana.
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