Esta no es una afirmación de Chávez, es la angustia de los organismos internacionales y de las mentes más brillantes del planeta. Los más autorizados científicos coinciden en el grave peligro de extinción que la especie, la vida, corren.
El desajuste climático, la contaminación bestial, la desertización, las migraciones forzadas, la vida sin sentido y el vacío de la existencia, conducen a la depresión psíquica, a un problema de salud pública, a una epidemia. Todo conforma una situación de profunda crisis.
FRENTE A LA CRISIS HAY TRES POSICIONES PRINCIPALES:
Los que la ignoran, la desestiman, son los engañados, los manipulados, van por el mundo ignorantes del peligro que corren, satisfechos con sus pequeñas conquistas, quizás un carro, una cuenta de ahorros que les de seguridad y les eleva el ego hasta que llegue la cuenta de la clínica privada. Estos sienten el cambio climático, las presión de los depauperados, pero son incapaces de relacionarlos con el sistema capitalista.
Otros son los partidarios del sistema capitalista, sus voceros tienen como función engañar al pueblo, distraerlo del grave peligro que genera el capitalismo, defienden al sistema. Dicen que sólo debemos preocuparnos de los pequeños problemas, de la basura, del agua, de la electricidad, la inseguridad, los alimentos. Evitan a toda costa que las dificultades se relacionen con el sistema capitalista. Son cómplices del genocidio que se está cometiendo contra la vida planetaria, son coautores del asesinato, lo hacen con desvergüenza.
capriles, leopoldo, ledezma, corina, allup, borges, etc, etc, pertenecen a este último grupo, un supuesto gobierno de estos sifrinos, cuya falta de inteligencia, de estatura de estadista, es una amenaza para la humanidad, contribuiría al desastre ecológico que hoy confrontamos, su falta de visión impediría dar el salto que salvaría a la especie. Con ellos ni siquiera se podrían resolver los pequeños problemas de la vida diaria.
El tercer grupo son los Socialistas, entienden que hay un grave peligro de extinción de la vida, que nos aproximamos al punto de no retorno y saben que la única manera de salvarnos es cambiando radicalmente nuestra manera de vivir, modificar nuestro consumo, la producción y las necesidades, recuperar la relación amorosa del humano entre sí y de este con la naturaleza. Dotar a la existencia de contenido, de razones sagradas por las cuales luchar, por las cuales vivir. En resumidas palabras, vivir en Socialismo, superar el capitalismo asesino y suicida.
Cuando los candidatos de la muerte se burlan sobre la amenaza que se cierne sobre nosotros, está llamando a las mujeres y a los hombres sensatos de Venezuela a votar siempre por Chávez, pocas veces Venezuela había estado amenazada como ahora con las pretensiones de la derecha fascista, están jugando a la política sin ningún escrúpulo, con bajísimo conocimiento, y poquísima inteligencia. Aplicaran un paquetazo, un proyecto neoliberal, se colocarán del lado de los heraldos de la muerte, los que conducen a la humanidad a la extinción.
capriles y su combo son una amenaza para Venezuela, para todos, sin distingos de ninguna especie, ricos, pobres, mujeres, viejos y niños, todos estamos amenazados con capriles y sus secuaces.
El proyecto económico de la MUD, que es plegarse al capitalismo mundial, hundirse en la crisis que padece, se expresa en lo político con una "terapia shock". El país será sumergido en condiciones de inseguridad extrema, los fascistas queriendo arreglar todo con represión, volverían los días del gas lacrimógeno, de la pólvora como operador político, surgirá la más pavorosa inseguridad de las entrañas de la miseria causada por los planes económicos de la MUD, serán días terribles, nadie estará tranquilo, nadie podrá dormir en paz, la sociedad toda se desquiciará.
El pueblo Chavista no puede dejar el timón a gente inexperta, es un peligro para todos, estos escuálidos jugando a la política y a la guerrita pueden, en su locura y su inexperiencia, destrozar todo el cuadro político, sumergirnos en oscuras noches fascistas.
De todo esto se desprende que el voto por Chávez es el voto por la Patria, por la vida, ye so no es un mero slogan publicitario, la consigna resume la situación nacional y mundial.
El pueblo Chavista está guiado por grandes sentimientos de amor.
martes, 15 de diciembre de 2015
domingo, 13 de diciembre de 2015
EL EJEMPLO (Compañeros y Compañeras)
Las elecciones parlamentarias presagiaron tempestad en el campo escuálido, y también en el campo Bolivariano. La similitud nos llama a la reflexión.
¿Qué hay de igual en los dos campos que reaccionaron de la misma manera frente a las elecciones? ¿Cómo ese comportamiento influyó en el apego popular? ¿Cómo remediarlo? ¿Cómo marcar la necesaria diferencia con el campo escuálido? Son preguntas que surgen de inmediato, busquemos respuestas.
Primer hecho: El parlamento es una fuente de privilegios, los escuálidos lo tallaron así, de esa manera satisfacía la docilidad y el clientelismo propio y necesario para esa clase política. LA REVOLUCIÓN HEREDÓ ESE PARLAMENTO Y ESE PARLAMENTARISMO:
Segundo hecho: Las elecciones escuálidas estaban adaptadas al parlamento que se eligió. Fue pelea a cuchillo, disputa de egoísmos buscando capturar esos privilegios. LA REVOLUCIÓN HEREDÓ ESAS ELECCIONES.
Tercer hecho: Las elecciones y el parlamento tallan en los parlamentarios y en los electores conductas mezquinas propias del capitalismo, de la oligarquía. Impregnan a la sociedad de le ética infame del egoísmo.
Primera conclusión: La Revolución, el espíritu revolucionario se vio perjudicado por las elecciones y el parlamento escuálido, en sus filas se implanto un comportamiento oligarca que los alejó de la masa, nos hizo parecer iguales, no nos diferenció.
Teníamos que, desde la victoria de las pasadas elecciones parlamentarias encontrar otra manera de elegir y de legislar. Una manera socialista. De lo contrario, las elecciones y el parlamento serían obstáculo (como ahora) para la implantación de las nuevas relaciones humanas socialistas, las basadas en la fraternidad, en el amor, no en la guerra de todos contra todos.
¿Cómo debíamos hacerlo?
La Revolución bolivariana, que es una Revolución pacífica, obligada a convivir con los escuálidos, debió buscar caminos inéditos para los cambios, en estos caminos el ejemplo es principal arma, con el ejemplo de vanguardia se labran conductas en la sociedad.
Siendo así, en las elecciones parlamentarias, la vanguardia socialista, que es el PSUV, pudo dar un gran salto en la construcción de un nuevo parlamentarismo, de una nueva manera de elegir, pudo haber dado una señal al pueblo de los que nos diferencia de los escuálidos.
Los candidatos electos (en las pasadas elecciones) en las listas del PSUV, debieron renunciar a sus privilegios en el parlamento, no recibir tanto dinero, se le fuera garantizado, de la forma más modesta posible, y apoyados en los Consejos Comunales y Las Comunas, la satisfacción de sus necesidades, renunciar a su derecho de secretaria, asistentes, guardaespaldas, etc. Las casas regionales de los partidos proveerán de modestas oficinas a los parlamentarios y los viajes se fueran reducido al máximo.
De esta manera se fuera dado el ejemplo de un nuevo parlamentarismo, se fuese demostrado que era posible. El parlamento debió dejar de ser un medio de vida para transformarse en un medio de servir a la sociedad, en un verdadero instrumento socialista.
La Revolución, el PSUV, necesitan dar señales a la sociedad de que somos diferentes a los escuálidos, de que hay intención clara de construir una nueva relación humana, que existen razones profundas para creer en los bolivarianos.
Parecernos a ellos es el suicidio.
¿Qué hay de igual en los dos campos que reaccionaron de la misma manera frente a las elecciones? ¿Cómo ese comportamiento influyó en el apego popular? ¿Cómo remediarlo? ¿Cómo marcar la necesaria diferencia con el campo escuálido? Son preguntas que surgen de inmediato, busquemos respuestas.
Primer hecho: El parlamento es una fuente de privilegios, los escuálidos lo tallaron así, de esa manera satisfacía la docilidad y el clientelismo propio y necesario para esa clase política. LA REVOLUCIÓN HEREDÓ ESE PARLAMENTO Y ESE PARLAMENTARISMO:
Segundo hecho: Las elecciones escuálidas estaban adaptadas al parlamento que se eligió. Fue pelea a cuchillo, disputa de egoísmos buscando capturar esos privilegios. LA REVOLUCIÓN HEREDÓ ESAS ELECCIONES.
Tercer hecho: Las elecciones y el parlamento tallan en los parlamentarios y en los electores conductas mezquinas propias del capitalismo, de la oligarquía. Impregnan a la sociedad de le ética infame del egoísmo.
Primera conclusión: La Revolución, el espíritu revolucionario se vio perjudicado por las elecciones y el parlamento escuálido, en sus filas se implanto un comportamiento oligarca que los alejó de la masa, nos hizo parecer iguales, no nos diferenció.
Teníamos que, desde la victoria de las pasadas elecciones parlamentarias encontrar otra manera de elegir y de legislar. Una manera socialista. De lo contrario, las elecciones y el parlamento serían obstáculo (como ahora) para la implantación de las nuevas relaciones humanas socialistas, las basadas en la fraternidad, en el amor, no en la guerra de todos contra todos.
¿Cómo debíamos hacerlo?
La Revolución bolivariana, que es una Revolución pacífica, obligada a convivir con los escuálidos, debió buscar caminos inéditos para los cambios, en estos caminos el ejemplo es principal arma, con el ejemplo de vanguardia se labran conductas en la sociedad.
Siendo así, en las elecciones parlamentarias, la vanguardia socialista, que es el PSUV, pudo dar un gran salto en la construcción de un nuevo parlamentarismo, de una nueva manera de elegir, pudo haber dado una señal al pueblo de los que nos diferencia de los escuálidos.
Los candidatos electos (en las pasadas elecciones) en las listas del PSUV, debieron renunciar a sus privilegios en el parlamento, no recibir tanto dinero, se le fuera garantizado, de la forma más modesta posible, y apoyados en los Consejos Comunales y Las Comunas, la satisfacción de sus necesidades, renunciar a su derecho de secretaria, asistentes, guardaespaldas, etc. Las casas regionales de los partidos proveerán de modestas oficinas a los parlamentarios y los viajes se fueran reducido al máximo.
De esta manera se fuera dado el ejemplo de un nuevo parlamentarismo, se fuese demostrado que era posible. El parlamento debió dejar de ser un medio de vida para transformarse en un medio de servir a la sociedad, en un verdadero instrumento socialista.
La Revolución, el PSUV, necesitan dar señales a la sociedad de que somos diferentes a los escuálidos, de que hay intención clara de construir una nueva relación humana, que existen razones profundas para creer en los bolivarianos.
Parecernos a ellos es el suicidio.
sábado, 12 de diciembre de 2015
La distribución de culpas y las soluciones mágicas.
Ante momentos adversos y coyunturas difíciles, la distribución acomodada de quejas y culpas siempre salen a relucir. A veces para blindar el ego y la prepotencia de quien las emite, otras para canibalizar cualquier intención de analizar las circunstancias actuales más allá de la vetusta barrera que impone la lógica política tradicional.
Argumentos como la "ineficiencia" del Gobierno, y por elevación la de Maduro, se esgrimen con ligereza al momento de señalar los rostros "culpables" de la derrota electoral.
Pero si por eficiencia entendemos (en términos políticos tradicionales) que el Gobierno tenía que construir el doble de viviendas en tiempo récord, que tenía que hacer el triple de mercados comunales aún con el precio del petróleo literalmente por los suelos, que tenía que inundar los anaqueles de champú y desodorante, que tenía que delegar cientos de miles de funcionarios de la Sundde para que en cada tienda de cada centro comercial se vigilara a los comerciantes especuladores, entonces, de plano, estamos aceptando que a Venezuela no se le está ejecutando una guerra brutal planificada por agentes externos; más bien por el contrario, todo dependía de la imperiosa necesidad de haber recurrido a los tecnócratas mejor preparados en el extranjero para que resolvieran "nuestros problemas", los mismos que Maduro (quizás por su condición de autobusero nacido en El Valle) no ha podido resolver.
Si es así, entonces usted reconoce que el Departamento de Estado, sus ONGs, agencias mediáticas y el conglomerado de empresas transnacionales que boicotean la economía venezolana, no tienen responsabilidad en el resultado electoral más allá de aquella que respondía "racionalmente" producto de las "malas políticas" de un "gobierno ineficiente", sin incluir acá todo aquello de la "violación de los DDHH". Es decir, su cerebro fue ocupado por Luis Vicente León.
El Gobierno hizo todo lo que pudo en un contexto donde el ataque al ingreso nacional producto de la caída de los precios del petróleo, más el ataque frontal a los sistemas de distribución alimentarios, se orientaban a triturarnos el estómago y el cerebro para que saliéramos a votar desesperadamente por la MUD. Siendo así, a la luz de los resultados electorales del domingo pasado, donde una parte del chavismo prefirió abstenerse antes que votar por el enemigo, se demuestra que Maduro y Diosdado han logrado neutralizar la parte más importante del plan enemigo: doblegar al chavismo y captar su voto y voluntad.
Tampoco falta el gran lugar común de que si Chávez fuera presidente esto nunca hubiera sucedido. Si es así, entonces le estamos endosando cualidades mágicas a un individuo que tenía la capacidad de controlar a su gusto la Opep, que podía controlar un asedio internacional contra el país desde todos los frentes y que tenía una varita mágica para darnos casa, carro, tabletas y viajes al extranjero a todos los habitantes de Venezuela. Si es así, usted extraña a Chávez por su propia comodidad y según su propia interpretación, no por lo que significa su ejemplo, instinto y audacia en tiempos adversos.
Si bien la estrategia de las colas y la inflación cartelizada con fines políticos le dio saldos al enemigo, no es menos cierto que acusar a Maduro y Diosdado como responsables absolutos de ese flagelo es incoherente, ya que opaca las responsabilidades directas de la empresa privada (nacional y extranjera). ¿La culpa de la colas es solamente de la Sundde y de la Ley de Precios Justos? ¿La inflación tiene que ver con las "malas políticas económicas" del gabinete de Maduro? ¿El Gobierno es el responsable absoluto por ineficiente? Si es así, entonces usted está otogándole la razón a la MUD cuando propone derogar todas las leyes que limitan el libre ejercicio de especulación parasitaria, porque según esta lógica los empresarios no tendrían responsabilidad alguna debido a que sólo ellos poseen la fórmula para resolver esta "crisis" provocada por la "ineficiencia" del Gobierno.
Culpar al Gobierno de la reciente derrota electoral significa darle la razón a la MUD
Si es así, entonces la culpa es de Maduro y Diosdado, ya que por el hecho de enfrentar directamente a Mendoza y Fedecámaras fuimos condenados al desastre de la especulación y del bachaqueo. Habría funcionado entonces la estrategia del enemigo al desaparecer de la percepción colectiva el relato de la guerra, quedando intacta su postura de víctimas y perseguidos por un gobierno que está decidido a no actuar según sus intereses.
Comprender la realidad post-electoral a partir de conceptos como "mala gestión" o "ineficiencia" refuerza la estrategia de la derecha de adjudicarnos a totalidad las culpas de lo sucedido. Seguir sumándole energía a ese argumento, sin entender el contexto de tres años de guerra sin cuartel, los limpia de su responsabilidad y de los costos políticos que deben asumir los agentes internos y externos producto de su guerra contra Venezuela.
Por otro lado, a lo interno de ciertos sectores del chavismo se reproducen (en la misma línea discursiva de no aceptar la guerra en curso contra Venezuela) grandes expectativas alrededor de soluciones mágicas que deben llegar ya para cumplir con la anhelada "rectificación" que se solicita con apuro y que no incluye al que la emite. Y es cómoda la exigencia, porque si una comuna, un medio alternativo, un gremio de trabajadores se queja por las "fallas del Gobierno", ¿esa comuna, ese medio alternativo y ese gremio de trabajadores no han recibido recursos de todo tipo por parte del Gobierno? ¿No se hicieron consejos presidenciales para delegar las responsabilidades y asumir esos "reclamos" directamente? ¿Qué responsabilidad tiene Maduro sobre una fábrica recién expropiada que dejó de funcionar? ¿Maduro trabaja ahí? ¿Diosdado también? ¿Los directores, trabajadores y sindicatos de esas empresas o medios no tienen ninguna responsabilidad directa? ¿Quiénes son los responsables de hacer contraloría? ¿O la responsabilidad sólo la otorga el cargo y no el ejercicio político revolucionario?
Ahora Maduro y Diosdado parecen ser la gran batea donde todos quieren liberar sus culpas y ganar reconocimiento. Los proyectos a héroes siguen esgrimiendo que, por culpa de ellos y sólo por ellos, perdimos las elecciones. Nada tiene que ver con el enemigo. Ni yo ni mi responsabilidad. Nada.
No por casualidad estados como Apure, Delta Amacuro, Cojedes y Sucre, por tan sólo detallar algunos territorios donde ganamos, son estados donde estos argumentos se vuelven trizas. No porque el que escribe este artículo viva allá o esté construyendo una comuna, sino porque quedó en evidencia que la gente votó no porque la situación está de pinga y porque el Gobierno ahora sí va a ser “más eficiente”: votó porque sabe que la única forma de mantener esta opción revolucionaria es combatiendo al enemigo, en el escenario que sea, como sea.
Decir lo contrario es trabajarle (y de paso gratis) al enemigo.
MISIÓN VERDAD.
Argumentos como la "ineficiencia" del Gobierno, y por elevación la de Maduro, se esgrimen con ligereza al momento de señalar los rostros "culpables" de la derrota electoral.
Pero si por eficiencia entendemos (en términos políticos tradicionales) que el Gobierno tenía que construir el doble de viviendas en tiempo récord, que tenía que hacer el triple de mercados comunales aún con el precio del petróleo literalmente por los suelos, que tenía que inundar los anaqueles de champú y desodorante, que tenía que delegar cientos de miles de funcionarios de la Sundde para que en cada tienda de cada centro comercial se vigilara a los comerciantes especuladores, entonces, de plano, estamos aceptando que a Venezuela no se le está ejecutando una guerra brutal planificada por agentes externos; más bien por el contrario, todo dependía de la imperiosa necesidad de haber recurrido a los tecnócratas mejor preparados en el extranjero para que resolvieran "nuestros problemas", los mismos que Maduro (quizás por su condición de autobusero nacido en El Valle) no ha podido resolver.
Si es así, entonces usted reconoce que el Departamento de Estado, sus ONGs, agencias mediáticas y el conglomerado de empresas transnacionales que boicotean la economía venezolana, no tienen responsabilidad en el resultado electoral más allá de aquella que respondía "racionalmente" producto de las "malas políticas" de un "gobierno ineficiente", sin incluir acá todo aquello de la "violación de los DDHH". Es decir, su cerebro fue ocupado por Luis Vicente León.
El Gobierno hizo todo lo que pudo en un contexto donde el ataque al ingreso nacional producto de la caída de los precios del petróleo, más el ataque frontal a los sistemas de distribución alimentarios, se orientaban a triturarnos el estómago y el cerebro para que saliéramos a votar desesperadamente por la MUD. Siendo así, a la luz de los resultados electorales del domingo pasado, donde una parte del chavismo prefirió abstenerse antes que votar por el enemigo, se demuestra que Maduro y Diosdado han logrado neutralizar la parte más importante del plan enemigo: doblegar al chavismo y captar su voto y voluntad.
Tampoco falta el gran lugar común de que si Chávez fuera presidente esto nunca hubiera sucedido. Si es así, entonces le estamos endosando cualidades mágicas a un individuo que tenía la capacidad de controlar a su gusto la Opep, que podía controlar un asedio internacional contra el país desde todos los frentes y que tenía una varita mágica para darnos casa, carro, tabletas y viajes al extranjero a todos los habitantes de Venezuela. Si es así, usted extraña a Chávez por su propia comodidad y según su propia interpretación, no por lo que significa su ejemplo, instinto y audacia en tiempos adversos.
Si bien la estrategia de las colas y la inflación cartelizada con fines políticos le dio saldos al enemigo, no es menos cierto que acusar a Maduro y Diosdado como responsables absolutos de ese flagelo es incoherente, ya que opaca las responsabilidades directas de la empresa privada (nacional y extranjera). ¿La culpa de la colas es solamente de la Sundde y de la Ley de Precios Justos? ¿La inflación tiene que ver con las "malas políticas económicas" del gabinete de Maduro? ¿El Gobierno es el responsable absoluto por ineficiente? Si es así, entonces usted está otogándole la razón a la MUD cuando propone derogar todas las leyes que limitan el libre ejercicio de especulación parasitaria, porque según esta lógica los empresarios no tendrían responsabilidad alguna debido a que sólo ellos poseen la fórmula para resolver esta "crisis" provocada por la "ineficiencia" del Gobierno.
Culpar al Gobierno de la reciente derrota electoral significa darle la razón a la MUD
Si es así, entonces la culpa es de Maduro y Diosdado, ya que por el hecho de enfrentar directamente a Mendoza y Fedecámaras fuimos condenados al desastre de la especulación y del bachaqueo. Habría funcionado entonces la estrategia del enemigo al desaparecer de la percepción colectiva el relato de la guerra, quedando intacta su postura de víctimas y perseguidos por un gobierno que está decidido a no actuar según sus intereses.
Comprender la realidad post-electoral a partir de conceptos como "mala gestión" o "ineficiencia" refuerza la estrategia de la derecha de adjudicarnos a totalidad las culpas de lo sucedido. Seguir sumándole energía a ese argumento, sin entender el contexto de tres años de guerra sin cuartel, los limpia de su responsabilidad y de los costos políticos que deben asumir los agentes internos y externos producto de su guerra contra Venezuela.
Por otro lado, a lo interno de ciertos sectores del chavismo se reproducen (en la misma línea discursiva de no aceptar la guerra en curso contra Venezuela) grandes expectativas alrededor de soluciones mágicas que deben llegar ya para cumplir con la anhelada "rectificación" que se solicita con apuro y que no incluye al que la emite. Y es cómoda la exigencia, porque si una comuna, un medio alternativo, un gremio de trabajadores se queja por las "fallas del Gobierno", ¿esa comuna, ese medio alternativo y ese gremio de trabajadores no han recibido recursos de todo tipo por parte del Gobierno? ¿No se hicieron consejos presidenciales para delegar las responsabilidades y asumir esos "reclamos" directamente? ¿Qué responsabilidad tiene Maduro sobre una fábrica recién expropiada que dejó de funcionar? ¿Maduro trabaja ahí? ¿Diosdado también? ¿Los directores, trabajadores y sindicatos de esas empresas o medios no tienen ninguna responsabilidad directa? ¿Quiénes son los responsables de hacer contraloría? ¿O la responsabilidad sólo la otorga el cargo y no el ejercicio político revolucionario?
Ahora Maduro y Diosdado parecen ser la gran batea donde todos quieren liberar sus culpas y ganar reconocimiento. Los proyectos a héroes siguen esgrimiendo que, por culpa de ellos y sólo por ellos, perdimos las elecciones. Nada tiene que ver con el enemigo. Ni yo ni mi responsabilidad. Nada.
No por casualidad estados como Apure, Delta Amacuro, Cojedes y Sucre, por tan sólo detallar algunos territorios donde ganamos, son estados donde estos argumentos se vuelven trizas. No porque el que escribe este artículo viva allá o esté construyendo una comuna, sino porque quedó en evidencia que la gente votó no porque la situación está de pinga y porque el Gobierno ahora sí va a ser “más eficiente”: votó porque sabe que la única forma de mantener esta opción revolucionaria es combatiendo al enemigo, en el escenario que sea, como sea.
Decir lo contrario es trabajarle (y de paso gratis) al enemigo.
MISIÓN VERDAD.
ELEVAR LO LOCAL.
Lo local, confinado sólo a lo local, es contrarrevolucionario. Lo local, unido a lo universal en un tejido social y político, es una fuerza revolucionaria formidable.
El Socialismo es devolver al hombre y a la sociedad su condición social. Hacer del hombre un verdadero ser social y, por tanto, hacer de sus organizaciones, organizaciones sociales.
El capitalismo es en esencia la fragmentación de la sociedad, el convertir al hombre en náufrago, en un aislado, un solitario. Por supuesto que sus organizaciones serán fragmentadoras, aisladoras, barreras para la comunicación.
El capitalismo, para funcionar, para justificarse, necesita el ambiente egoísta, la guerra de todos contra todos, la competencia. Esa es su razón de ser, su visión del mundo.
La Revolución debe, so pena de perecer, de ser capturada, modificar radicalmente la visión del mundo propia del capitalismo, debe emprender acciones que reconstruyan el tejido social, y para esto es principalisimo elevar lo local al nivel universal. Establecer relaciones políticas, sociales, económicas, organizativas y espirituales desde la base hasta el nivel nacional.
Las organizaciones capilares deben conocer las causas profundas de sus males y las soluciones radicales, convencerse que su enemigo es el sistema capitalista y que la solución es el Socialismo.
Siendo así, deben ser unidades muy eficientes en la solución de los problemas locales, pero también eficientes en la lucha por la construcción del Socialismo y su defensa. Capaces de movilizarse por objetivos políticos que vayan más allá de los mezquinos contornos de su aldea existencial, capaces de ver y sentir el mundo, y de actuar para modificarlo.
Entre las unidades de base y lo nacional debe existir un tejido, una comunicación, debe fluir la información en los dos sentidos.
Así es una organización socialista: le da poder al pueblo, el poder de decidir en lo local, pero también en lo nacional, de tener visión social. Es diferente a la organización local que propone la burguesía, que no engarza las organizaciones de base con lo nacional, no les da sentido universal.
Entonces las organizaciones de base, sean Consejos Comunales, Comunas, Mesas, sin formar parte de un tejido nacional que termine en una Asamblea Nacional, son elementos disociadores, desintegradores, efímeros, fomentadores de una especie de egoísmo colectivo, y por lo tanto contrarrevolucionarios.
Las revoluciones pacíficas tienen en la ideología pequeño burguesa un principal enemigo, deben estar alertas de las proposiciones que de ella emane.
Siempre evaluar si son fragmentadoras o son integradoras, si son socialistas o son capitalistas.
La función principal de la pequeña burguesía en las Revoluciones Pacíficas como la nuestra, es desviarlas, extraviarlas, evitar que integren a la sociedad, estimular la fragmentación que debilita a las revoluciones y prepara el zarpazo final. Basta revisar la historia reciente para confirmarlo, sus propuestas siempre son desmolivizadoras y desintegradoras, minan los dos pilares fundamentales de la Revolución.
¡Socialismo es integración y movilización!
Un grano de maíz.
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