domingo, 18 de mayo de 2014

Poder Popular y Poder Social.

El fin central de una Revolución socialista es integrar el organismo social que el Capitalismo ha fragmentado, es devolver al hombre su condición de ser social y rescatarlo “de las heladas aguas del cálculo egoísta”. En esta tarea uno de los pasos fundamentales es la organización social, de ella depende el éxito del empeño integrador. De allí que es importante discutir lo que se hace hoy con el Poder Popular y evaluar si de verdad integra a la sociedad, si derrota la fragmentación. 
 
Veamos.
 
Según está establecido en la reciente Ley de los Concejos Comunales, éstos son organismos que tienen como universo a la comunidad. Allí se encargan de planificar, administrar, etc., los proyectos producidos por la comunidad en su propio beneficio. Aparentemente son instancias de Poder Popular, eso se piensa y eso se dice. Nosotros, contracorriente, sostenemos que: tal como están planificados, son lo contrario, son instancias que reafirman la fragmentación de la sociedad producida por el Capitalismo. Explicamos.
 
Los Concejos Comunales, aisladamente, sin correspondientes organizativos nacionales, regionales y municipales, sin instancias organizativas políticas, son unidades desintegradoras sociales, que fomentan la cultura del egoísmo, ya que reducen las miras y las preocupaciones de la población sólo a su entorno y, dentro del entorno, a lo económico. No estamos diciendo que son malos, decimos que sin otros complementos de organización social, actúan como agentes disociadores de la conciencia. ¿Entonces, qué hacer?
Es urgente construir los complementos de esos Concejos Comunales: primero, instancias de coordinación municipal, estadal y nacional, electos desde las comunidades, escalonadamente hasta la instancia nacional.
 
Segundo, y no menos importante, es necesario hacer la organización política de la sociedad, que debe tener la misma estructura que proponemos para los Concejos Comunales, pero diferentes objetivos y diferentes funciones. Serán funciones de formación política, de referencia moral, de reunir a los mejores. Los miembros de esta organización política revolucionaria, serán los últimos a la hora de los privilegios, y los primeros a la hora del deber y del sacrificio. Dicho en pocas palabras, la organización política revolucionaria será territorio para la formación del hombre nuevo. 
 
 Esta organización es imprescindible para que los Concejos Comunales no se transformen en reproductores de la conciencia capitalista. Es bueno recordar que la república oligarca no temía a la organización aislada de las comunidades, allí están las Asociaciones de Vecinos. La cuarta temía a la integración de la sociedad.
 
Sólo así, sociedad organizada, política y administrativamente, de forma vertical, de abajo hacia arriba, hasta llegar a lo nacional, y de forma horizontal en todos los núcleos sociales, no sólo comunidades, sino también fábricas, colegios, universidades, centros de trabajo, etc., sólo así, estaremos dando un paso definitivo para la integración de la sociedad, y yendo decididamente rumbo al Socialismo.
 
¡Sólo el Socialismo salva al pueblo!
¡Chávez es socialismo!
 

¿Porque el gobierno de Obama se niega reconocer al presidente Maduro?

Aunque parezca un guión repetido no podemos dejar de analizar la realidad de Venezuela, presionada por una intensa campaña internacional, tanto en las multinacionales de la prensa privada, como en varios espacios parlamentarios en Latinoamérica y Europa, donde varios diputados de la derecha venezolana, han realizado dramas de novela, casi llorando sobre la violencia gubernamental, tratando de crear el falso escenario de una “guerra civil”, tratado de mostrar la imagen de un modelo antidemocrático. Esta visión falsa de la realidad trata de desconocer los logros alcanzados en 19 elecciones democráticas, donde el gobierno bolivariano logro 18 victorias, todas ellas avaladas por organismos internacionales, como la OEA, la Fundación Carter, el Parlamento Europeo, la UNASUR, entre otros, los cuales fueron veedores y testigos del sistema electoral computarizado que garantiza que los datos sean blindados (imposible de manipular).

Pero ¿por qué las informaciones de muchos medios privados han tratado de desfigurar la realidad de un país soberano, democrático e independiente? Porque para estos grupos de derecha nada de lo logrado existe, porque al parecer son como una fantasía, tal como lo dijera el Alcalde del Municipio Libertador, Jorge Rodríguez, en la Mesa de trabajo con la denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), al manifestar que “…todos los logros certificados por la FAO, la CEPAL en materia alimentaria y económica, la ONU en la lucha antidroga, como los avances sociales en los modelos de integración, son inexistentes”. Estas apreciaciones del alcalde, ratifican una vez más la tesis nazi, de que una mentira repetida se vuelve realidad.

Porque el gobierno de Obama se niega reconocer al presidente Maduro Es importante establecer que el gobierno estadounidense es parte del conflicto interno en Venezuela. Los ataques constantes a los gobiernos de presidente Hugo Rafael Chávez, los intentos de golpe, el paro económico del 2002 y las acciones de Guarimbas del 2004, fueron avalados por el gobierno de George Bush y el de Barak Obama. Nunca en estos 15 años hubo una postura de respeto y reconocimiento al gobierno bolivariano, de la misma manera como se ensañaron con el Comandante Eterno de los venezolanos, certificaron su apoyo a la MUD y a los sectores de ultraderecha para desconocer el triunfo del presidente constitucional Nicolás Maduro. Estados Unidos fue la única nación en el mundo que desconoció las elecciones del 14 de abril, en el marco de la llamada a la violencia del ex candidato de la MUD, Henrique Capriles, quien llamo a sus partidarios a sacar su “arrechera” (rabia), generando acciones vandálicas que acusaron más de una decena de asesinados por las bandas derechistas.

Pero la actitud de no reconocer al presidente Maduro tenía detrás toda una estrategia, porque el gobierno de Obama, presionado por el Complejo Militar de EEUU, está obligado a obtener el petróleo de cualquier forma, porque ellos lo caracterizaron como si fuera su reserva estratégica, así como en su libros se dice que el Amazonas es parte de su protectorado, determinando de esa manera su intervención de acuerdo a su vieja doctrina Monroe, “América para los americanos” (pero que quiere decir para los EEUU), doctrina que aseguraron con sus decenas de invasiones y golpes de estado en América Latina. Retomamos algunas declaraciones de John Kerry Secretario de Estado, en una nota del 21 de febrero del 2014, de su puño y letra donde decía: “Estoy observando con creciente preocupación la situación en Venezuela. Pese a los llamamientos de la oposición democrática de ese país y la comunidad internacional, el Gobierno venezolano ha enfrentado a manifestantes pacíficos con fuerza y en algunos casos con vigilantes armados que pretenden apoyar al gobierno”.

A lo que agregaba, cubriendo los actos violentos de este sector que “Se ha encarcelado a los estudiantes y una figura clave de la oposición. Se ha limitado las libertades de expresión y de reunión necesarios para el debate político legítimo y justo apretado hoy las restricciones a los medios de comunicación, la revocación de las credenciales de CNN en español a los periodistas. No es así como se comportan las demócracias”. En otra parte de su mensaje dice “Pido al gobierno venezolano para un paso atrás en sus esfuerzos para sofocar el disenso a través de la fuerza y de respetar los derechos humanos básicos. El gobierno debe liberar a los miembros encarcelados de la oposición e iniciar un proceso de diálogo genuino con la oposición democrática”.

Esta visión de Kerry es una visión determinista y antidemocrática porque llama a que el estado venezolano no establezca el orden democrático interno, porque desde EEUU se financian tanto a las ONG como a los políticos de derecha con miles de dólares, una verdad certificada por los mismos documentos desclasificados del Departamento de Estado. Habría que preguntarle a Obama si las detenciones de militantes pacíficos en EEUU, la existencia de leyes QUE en EEUU niegan los derechos humanos, y el Habeas corpus, (como lo determina la ley Patriot, que le permite a este gobierno aplicar la “tortura” , aceptando la presión y amedrentamiento con interrogatorios con uso de la violencia) no son acciones que van contra cualquier modelo democrático, transformándose su sistema en un poder militar en el mundo que aplica acciones de guerra directa y acciones terroristas contra militantes deizquierda, progresistas, a través de la CIA y sus grupos de mercenarios.



Es importante mostrar la forma tendenciosa de los medios de prensa de EEUUSe ha demostrado que cadenas como CNN, ABC News, Newsweek y el Washington Post, ha mantenido varios programas y artículos permanentes sobre Venezuela, como si hubiera una guerra civil y una violencia del gobierno venezolano, tratando de crear una similitud con la situación que se generó en Ucrania, lo que coloca a estos medios como “grupos políticos” o instrumentos de la campaña intervencionista de EEUU.

Retomando algunas notas especificas señalamos que el New York Times reportó el 21 de febrero que “el gobierno de Nicolás Maduro estaba suprimiendo las voces disidentes”, y afirmó que la única estación de televisión que de manera regular trasmitía voces críticas del gobierno había sido vendida el año anterior y los nuevos dueños estaban "suavizando" las noticias”. Pero la realidad muestra que en Globovisión, la TV no mencionada por este impreso, siguen figuras de oposiciónque siguen declarando con frecuencia en la televisión venezolana, y también se ven imágenes de las protestas actuales, como las acciones vandálicas, que son mostradas por el canal Televisión en sus noticieros.

También nos parece importante citar a Jim Naureckas, director de Extra, la revista mensual de Fair, que “Hugo Chávez y ahora Maduro continuaron ganando elecciones calificadas como imparciales y transparentes”. Pero agrega “Periodistasestadounidenses tienden a identificarse con la oposición, la cual es generalmente más rica y mejor educada, ‘y no incidentalmente más blanca’ que los simpatizantesdel gobierno. Esto debería mantenerse en cuenta al leer reportajes desde Venezuela”.

El medio Extra ha cuestionado y criticado la agresiva manera en que el Washington Post, el Times y otros medios han cubierto los gobiernos de Rafael Correa de Ecuador, y Evo Morales de Bolivia. tomando como ejemplo, que en el 2012 elPost, en un reportaje titulado "Los nuevos autoritarios de América Latina”, afirmó que; “…más de dos décadas después de que se disolvieron las últimas dictaduras derechistas de América Latina, un nuevo tipo de líder autoritario está surgiendo, en varios países: presidentes democráticamente electos que gobiernan de maneras crecientemente no democráticas, porque estos ‘populistas carismáticos’ están representando el reto más serio a las instituciones democráticas en América Latinadesde los años 80’”.

Estos ejemplos dan una pincelada al modelo intervencionista de EEUU, con sus famosos lemas de “libertad de expresión” y “prensa libre” acuñados por el sistema capitalista de los Estados Unidos, que ha creado su modelo “democrático,” su política internacional, y en el que está basado su modelo unipolar del mundo, donde puede intervenir en cualquier nación del planeta, solo apelando a la defensa de sus “derechos democráticos”. Es por eso que los consorcios de prensa internacional y sus equipos de intervención crean las matrices para crear desestabilización, sabotaje, crean grupos de mercenarios, paramilitares, hasta grupos de los carteles de la droga, financiados por ellos, como ocurre actualmente en Venezuela, grupos a los que intenta pasar por estudiantes, todo esto es parte de su concepción de Guerra de Cuarta Generación.

jueves, 8 de mayo de 2014

28 años de la masacre de Yumare ejecutada por el gobierno adeco de Lusinchi.



Hace 28 años ocurrió uno de los sucesos más terribles de nuestra historia contemporánea, la masacre de Yumare. Operación militar, realizada contra civiles, que tuvo lugar en el sector Barlovento, caserío La Vaca del actual municipio Manuel Monge, en el estado Yaracuy.

A tan solo cuatro años de haberse cometido la Masacre de Cantaura en el estado Anzoátegui, el gobierno adeco de Jaime Lusinchi, representado por el ministro de Relaciones Interiores, Octavio Lepage, y el jefe de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP, policía política durante la IV República), Henry López Sisco, volvió a ejecutar una operación dirigida a erradicar grupos de izquierda.
El 8 de mayo de 1986 nueve dirigentes sociales fueron capturados y posteriormente asesinados por un comando de la DISIP, a las órdenes del entonces comisario López Sisco.

Tras realizar la ejecución, los efectivos de la DISIP manifestaron que estas nueve personas “formaban parte de la guerrilla”. Sin embargo, los estudios criminalísticos y las evidencias ayudaron a demostrar lo contrario, y dejaron ver que lo de Yumare fue un ajusticiamiento, una masacre contra dirigentes sociales. Las incongruencias en las declaraciones de los ejecutores de aquella masacre permitieron detectar las mentiras y la confabulación para realizar la matanza.

Como justificación, los funcionarios alegaron un supuesto enfrentamiento armado, el cual se habría producido cuando se desplazaban por un lugar boscoso y fueron objeto de una emboscada por parte de los ciudadanos fallecidos. En el estudio criminalístico, no obstante, las evidencias revelaron que la zona donde todos los ciudadanos murieron estaba poblada de “vegetación baja, tipo pasto, grama y/o maleza, todos de muy corta altura, característicos de terrenos despejados, de gran iluminación”.
Además, de acuerdo con las experticias practicadas en los morrales que portaban quienes murieron en la acción, estos objetos “no presentaban perforaciones ni daños por proyectiles ni esquirlas”, a pesar de que varias de las víctimas habían presentado orificios en la región dorsal.

Tras los falsos testimonios dados por los responsables de la masacre, muchos testigos de ese lamentable incidente declararon que las nueves personas asesinadas por el comando de la DISIP habían sido primero detenidas, luego torturadas y, por último, ejecutadas. Posteriormente, los propios funcionarios les colocaron ropa militar encima de su ropa civil, con el propósito de presentarlos como guerrilleros.

Los declaraciones de los testigos revelan que las nueve personas ejecutadas extrajudicialmente eran, además de luchadores sociales, promotores del ideal bolivariano. Los fallecidos fueron: Rafael Ramón Quevedo Infante, Ronald José Morao Salgado, Nelson Martín Castellano Díaz, Dilia Antonia Rojas, Luis Rafael Guzmán Green, José Rosendo Silva Medina, Pedro Pablo Jiménez García, Simón José Romero Madriz, y Alfredo Caicedo Castillo.

No sería sino hasta 2011, 25 años después de la masacre, cuando se logró desmontar la versión sostenida por los funcionarios del gobierno de Jaime Luisinchi, cuando fiscales del estado Yacacuy lograron condenar a 13 años de prisión al general retirado del Ejército, Alexis Sánchez Paz, quien admitió su responsabilidad en los hechos de Yumare. Para el momento de los hechos, Sánchez Paz era coronel y director de la Escuela del Comando de Operaciones del Ejército.

También fueron acusados los exfuncionarios de la extinta DISIP, Oswaldo Ramos, Eugenio Creassola, Freddy Grangger, William Prado, Raúl Fernández, Adán Quero y Hernán Vega. En junio de 2009, el Ministerio Público también acusó al comisario jubilado de la DISIP Henry Rafael López Sisco, al tiempo que se pidió iniciar el proceso de su extradición desde Costa Rica.

A López Sisco se le imputan delitos de concurso real de homicidio calificado con alevosía por motivos innobles en grado de complicidad correspectiva en perjuicio de las nueve víctimas; y es también señalado por su participación en las masacres de El Amparo, Cantaura y El Caracazo; además de participar en el asedio a la embajada de Cuba en Venezuela, durante el golpe de Estado de abril de 2002.

La Masacre de Yumare, es tan sola uno de las decenas de masacres y delitos que la “democracia” adecocopeyana cometió contra nuestro pueblo por más de 40 años, crímenes de Estado impunes de una clase política anacrónica cuyos “renovados” representantes de hoy se mantienen en abierta conspiración contra nuestra revolución y sus líderes. Revolución que les ha revocado sus privilegios de élite y que junto a nuestro pueblo organizado son garantías de que estos hechos más nunca volverán a cometerse en suelos de la Patria.