Aunque parezca un guión repetido no podemos dejar de analizar la realidad de Venezuela, presionada por una intensa campaña internacional, tanto en las multinacionales de la prensa privada, como en varios espacios parlamentarios en Latinoamérica y Europa, donde varios diputados de la derecha venezolana, han realizado dramas de novela, casi llorando sobre la violencia gubernamental, tratando de crear el falso escenario de una “guerra civil”, tratado de mostrar la imagen de un modelo antidemocrático. Esta visión falsa de la realidad trata de desconocer los logros alcanzados en 19 elecciones democráticas, donde el gobierno bolivariano logro 18 victorias, todas ellas avaladas por organismos internacionales, como la OEA, la Fundación Carter, el Parlamento Europeo, la UNASUR, entre otros, los cuales fueron veedores y testigos del sistema electoral computarizado que garantiza que los datos sean blindados (imposible de manipular).
Pero ¿por qué las informaciones de muchos medios privados han tratado de desfigurar la realidad de un país soberano, democrático e independiente? Porque para estos grupos de derecha nada de lo logrado existe, porque al parecer son como una fantasía, tal como lo dijera el Alcalde del Municipio Libertador, Jorge Rodríguez, en la Mesa de trabajo con la denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), al manifestar que “…todos los logros certificados por la FAO, la CEPAL en materia alimentaria y económica, la ONU en la lucha antidroga, como los avances sociales en los modelos de integración, son inexistentes”. Estas apreciaciones del alcalde, ratifican una vez más la tesis nazi, de que una mentira repetida se vuelve realidad.
Porque el gobierno de Obama se niega reconocer al presidente Maduro Es importante establecer que el gobierno estadounidense es parte del conflicto interno en Venezuela. Los ataques constantes a los gobiernos de presidente Hugo Rafael Chávez, los intentos de golpe, el paro económico del 2002 y las acciones de Guarimbas del 2004, fueron avalados por el gobierno de George Bush y el de Barak Obama. Nunca en estos 15 años hubo una postura de respeto y reconocimiento al gobierno bolivariano, de la misma manera como se ensañaron con el Comandante Eterno de los venezolanos, certificaron su apoyo a la MUD y a los sectores de ultraderecha para desconocer el triunfo del presidente constitucional Nicolás Maduro. Estados Unidos fue la única nación en el mundo que desconoció las elecciones del 14 de abril, en el marco de la llamada a la violencia del ex candidato de la MUD, Henrique Capriles, quien llamo a sus partidarios a sacar su “arrechera” (rabia), generando acciones vandálicas que acusaron más de una decena de asesinados por las bandas derechistas.
Pero la actitud de no reconocer al presidente Maduro tenía detrás toda una estrategia, porque el gobierno de Obama, presionado por el Complejo Militar de EEUU, está obligado a obtener el petróleo de cualquier forma, porque ellos lo caracterizaron como si fuera su reserva estratégica, así como en su libros se dice que el Amazonas es parte de su protectorado, determinando de esa manera su intervención de acuerdo a su vieja doctrina Monroe, “América para los americanos” (pero que quiere decir para los EEUU), doctrina que aseguraron con sus decenas de invasiones y golpes de estado en América Latina. Retomamos algunas declaraciones de John Kerry Secretario de Estado, en una nota del 21 de febrero del 2014, de su puño y letra donde decía: “Estoy observando con creciente preocupación la situación en Venezuela. Pese a los llamamientos de la oposición democrática de ese país y la comunidad internacional, el Gobierno venezolano ha enfrentado a manifestantes pacíficos con fuerza y en algunos casos con vigilantes armados que pretenden apoyar al gobierno”.
A lo que agregaba, cubriendo los actos violentos de este sector que “Se ha encarcelado a los estudiantes y una figura clave de la oposición. Se ha limitado las libertades de expresión y de reunión necesarios para el debate político legítimo y justo apretado hoy las restricciones a los medios de comunicación, la revocación de las credenciales de CNN en español a los periodistas. No es así como se comportan las demócracias”. En otra parte de su mensaje dice “Pido al gobierno venezolano para un paso atrás en sus esfuerzos para sofocar el disenso a través de la fuerza y de respetar los derechos humanos básicos. El gobierno debe liberar a los miembros encarcelados de la oposición e iniciar un proceso de diálogo genuino con la oposición democrática”.
Esta visión de Kerry es una visión determinista y antidemocrática porque llama a que el estado venezolano no establezca el orden democrático interno, porque desde EEUU se financian tanto a las ONG como a los políticos de derecha con miles de dólares, una verdad certificada por los mismos documentos desclasificados del Departamento de Estado. Habría que preguntarle a Obama si las detenciones de militantes pacíficos en EEUU, la existencia de leyes QUE en EEUU niegan los derechos humanos, y el Habeas corpus, (como lo determina la ley Patriot, que le permite a este gobierno aplicar la “tortura” , aceptando la presión y amedrentamiento con interrogatorios con uso de la violencia) no son acciones que van contra cualquier modelo democrático, transformándose su sistema en un poder militar en el mundo que aplica acciones de guerra directa y acciones terroristas contra militantes deizquierda, progresistas, a través de la CIA y sus grupos de mercenarios.
Es importante mostrar la forma tendenciosa de los medios de prensa de EEUUSe ha demostrado que cadenas como CNN, ABC News, Newsweek y el Washington Post, ha mantenido varios programas y artículos permanentes sobre Venezuela, como si hubiera una guerra civil y una violencia del gobierno venezolano, tratando de crear una similitud con la situación que se generó en Ucrania, lo que coloca a estos medios como “grupos políticos” o instrumentos de la campaña intervencionista de EEUU.
Retomando algunas notas especificas señalamos que el New York Times reportó el 21 de febrero que “el gobierno de Nicolás Maduro estaba suprimiendo las voces disidentes”, y afirmó que la única estación de televisión que de manera regular trasmitía voces críticas del gobierno había sido vendida el año anterior y los nuevos dueños estaban "suavizando" las noticias”. Pero la realidad muestra que en Globovisión, la TV no mencionada por este impreso, siguen figuras de oposiciónque siguen declarando con frecuencia en la televisión venezolana, y también se ven imágenes de las protestas actuales, como las acciones vandálicas, que son mostradas por el canal Televisión en sus noticieros.
También nos parece importante citar a Jim Naureckas, director de Extra, la revista mensual de Fair, que “Hugo Chávez y ahora Maduro continuaron ganando elecciones calificadas como imparciales y transparentes”. Pero agrega “Periodistasestadounidenses tienden a identificarse con la oposición, la cual es generalmente más rica y mejor educada, ‘y no incidentalmente más blanca’ que los simpatizantesdel gobierno. Esto debería mantenerse en cuenta al leer reportajes desde Venezuela”.
El medio Extra ha cuestionado y criticado la agresiva manera en que el Washington Post, el Times y otros medios han cubierto los gobiernos de Rafael Correa de Ecuador, y Evo Morales de Bolivia. tomando como ejemplo, que en el 2012 elPost, en un reportaje titulado "Los nuevos autoritarios de América Latina”, afirmó que; “…más de dos décadas después de que se disolvieron las últimas dictaduras derechistas de América Latina, un nuevo tipo de líder autoritario está surgiendo, en varios países: presidentes democráticamente electos que gobiernan de maneras crecientemente no democráticas, porque estos ‘populistas carismáticos’ están representando el reto más serio a las instituciones democráticas en América Latinadesde los años 80’”.
Estos ejemplos dan una pincelada al modelo intervencionista de EEUU, con sus famosos lemas de “libertad de expresión” y “prensa libre” acuñados por el sistema capitalista de los Estados Unidos, que ha creado su modelo “democrático,” su política internacional, y en el que está basado su modelo unipolar del mundo, donde puede intervenir en cualquier nación del planeta, solo apelando a la defensa de sus “derechos democráticos”. Es por eso que los consorcios de prensa internacional y sus equipos de intervención crean las matrices para crear desestabilización, sabotaje, crean grupos de mercenarios, paramilitares, hasta grupos de los carteles de la droga, financiados por ellos, como ocurre actualmente en Venezuela, grupos a los que intenta pasar por estudiantes, todo esto es parte de su concepción de Guerra de Cuarta Generación.