La elección de alcaldes se ha
transformado en una campaña contra reloj, a casi 4 meses de los comicios las
diferentes toldas políticas, los distintos sectores políticos, ven esta jornada
como una revalidación o un cuestionamiento al gobierno bolivariano, luego de la
elección del Presidente Nicolás Maduro. La derecha venezolana encabezada por la
denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), con su “líder” el gobernador
del Estado Miranda Henrique Capriles, han tratado de convertir una elección
Municipal o local en una especie de referéndum contra el mandatario venezolano,
en su afán por desconocer la legitimidad del sistema democrático venezolano.
Una vez más la derecha trata
de crear un espacio desestabilizador, en ese mismo marco Capriles y su sector
político el partido Primero de Justicia (PJ), han tratado de desvirtuar la
solicitud del presidente Maduro de una Ley Habilitante, concebida en la
Constitución venezolana para leyes especiales, pero que debe contar con una
mayoría de dos tercios de los diputados de la Asamblea Nacional, máximo órgano
legitimo de Venezuela. De acuerdo a esto el presidente
de la AN Diosdado Cabello, manifestó que la Ley Habilitante será solicitada para
combatir la corrupción, a lo que agregó que “para que este requerimiento sea
aprobado por la plenaria de la AN, al menos un diputado de la Mesa de la Unidad
Democrática (MUD) deberá alzar su mano para hacerlo efectivo”.
Ante este hecho, en
declaraciones a la prensa Capriles vuelve a buscar las cinco patas al gato, al tratar de intimidar a
los diputados de la MUD, al desvirtuar los derechos democráticos de cualquier
diputado a su conciencia y su decisión, afirmando que “si algún parlamentario
de este sector de derecha vota con el oficialismo es que ha sido comprado por
el gobierno, por lo cual se debe impugnar la Habilitante y acusarla de anti
constitucional”.
Nuevamente se pone en el
tapete la postura de la derecha venezolana, que solo concibe la democracia si
sus candidatos ganan, porque Capriles es incapaz de reconocer que ha perdido 2
elecciones presidenciales, que los votos hablan y que sus denuncias solo han
sido parte de una campaña de marketing organizada en Miami y Bogotá. Ahora este sector asume la elección de
alcaldes, no con el objetivo de lograr nuevas autoridades municipales, sino
como un mecanismo para desestabilizar la democracia, porque sus argumentos no tienen fundamento y se basan en nuevas farsas políticas.
El debate para fortalecer la
organización popular y elevar la conciencia
Estos casi 4 meses que nos
separan de las elecciones de Alcaldes y Concejales serán parte del debate del
Poder Popular y el Estado Comunal, porque debemos considerar que tanto el
alcalde como el concejal son la forma administrativa del Estado más cercana al
pueblo, sobre ellos reposa la responsabilidad de la transferencia del poder
local, y la transferencia de partidas para desarrollar el avance de los
Consejos Comunales, así como la calidad en los procesos administrativos para
garantizar una atención eficiente a la población, en su derechos civiles y
obligaciones.
Las relaciones municipales
deben avanzar y crecer más de lo formal, porque se habla en la Carta Magna del
Poder Popular y la Democracia Participativa y Protagónica, se habla de una
nueva sociedad, pero aún no hemos avanzado.
La propuesta de Comuna no ha sido sistematizada mas allá de lo formal,
porque implica un estudio de áreas, de costumbres sociales, de historias
comunes, pero además de estos factores socio humanos, está el factor económico,
porque es imposible hablar de poder popular sin una propuesta económica, una
Comuna debe ser auto sustentable, para así crear la base de una nueva sociedad
igualitaria.
El otro factor determinante
en la construcción de un modelo socialista, es la conciencia del pueblo en el
cambio de sociedad, porque aún somos permeables a las campañas de la oposición.
Se desconocen los logros alcanzados en 14 años de revolución, porque la falta
de conciencia lleva al egoísmo y el individualismo. Si un familiar o un vecino le dan una casa de
la Misión Vivienda, muchos militantes dicen “a mí no me ha tocado”, para luego
asumir el descompromiso con la propuesta bolivariana.
También la campaña de la
oposición con su boicot alimentario y la especulación, ha calado en muchos sectores populares,
dejado al descubierto la falta de compromiso y conciencia. Esto ha demostrado o
puesto al descubierto la falta de un trabajo de formación política, porque se
han organizado muchos talleres y escuelas, pero no hemos logrado un verdadero
mecanismo de conciencia social.
Porque a veces buscamos
intelectuales para clases magistrales o ponencias académicas, que no llegan al
auditorio, hoy se hace necesario crear e implementar, una nueva escuela
popular, con compatriotas de la base, que conozcan a sus vecinos, que sean
respetados, porque en la base de la formación, si bien debemos ver y analizar
la filosofía, primero debemos avanzar en
la educación, en la cultura popular, así como en los hábitos de
camaradería. Se deben transmitir los valores de la ética, la moral
ciudadana, el respeto al vecino, al compañero de trabajo. Primero creemos la base de una nueva
sociedad, que se sustente en el respeto ciudadano y en la solidaridad humana.
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