El CNE, cumpliendo
una norma, exhorta al candidato oligarca para que deje de usar una gorra
semejante a la bandera nacional. El comando capriles responde que la
seguirá usando. El hecho se ha convertido en una franca insubordinación,
desconoce a las leyes y al Estado. El asunto merece estudio. Veamos.
El comando de
campaña de capriles, no el de Venezuela sino el de gringos e israelitas,
buscaba un motivo para sustentar una desobediencia, un descrédito a
nuestra legalidad, que iniciara la fase frontal del plan golpista que
pondrían en marcha cuando ya se diera por irreversible el triunfo del
Comandante Chávez. La excusa para activar el plan ha podido ser
cualquiera, de no aparecer, ellos la fabricarían.
Es así, la terca gorra de capriles es señal de su derrota, y un alerta de que avanza un golpe. No
es una pieza suelta, no es un capricho. Si observamos las opiniones de
sus columnistas nos daremos cuenta del despliegue del proyecto gringo.
Peñaloza, vocero de la derecha militar fascista, escribe:
"Mientras
el CNE no autorice los requerimientos que presentará Capriles para
impedir el fraude, entonces no es aconsejable que se repita la nefasta
experiencia de Manuel Rosales declarándose derrotado a las primeras de
cambio"...
Pretenden arrinconar al CNE, chantajearlo. De no hacer lo que ellos piden, no reconocerán la derrota.
Fausto masó se muestra con un radicalismo propio de los pusilánimes que se sienten apoyados... algo sabrá. Leamos: "¿Vale
la pena darle legitimidad a una comedia, la de la supuesta neutralidad
del CNE, para someterse a una reglamentación injusta?, ¿o esto
representa ceder ante una falsa legalidad? No es fácil responder a estas
preguntas. Quizá por razones políticas se justificaba firmar en el CNE
el acuerdo sobre el reconocimiento del resultado electoral del 7 de
octubre, pero nada aconseja que Capriles se quite la famosa gorrita, ya
basta de darle legitimidad al brazo armado electoral del chavismo, el
CNE."
Queda claro que este plumífero tiene instrucciones de dar un paso más y decretar insurrección temprana.
Esta afirmación es
de claro corte golpista. Sabemos que si ganan reconoceremos el triunfo,
pero si pierden, ellos cantarán fraude, se construirán una mayoría a
juro.
Queda claro que el desconocimiento del CNE no es algo fortuito, forma parte de un plan golpista que ya está activado.
LluviaDeLasIdeas!