Capriles es el instrumento político del imperio capitalista, él no se
manda, no tiene planes propios, no tiene autonomía, toda su vida es
planificada por los centros de poder extranjeros.
Su unico plan, su unica verdad es poner a Venezuela bajo la tutela del norte. Un supuesto gobierno de capriles seria en realidad un gobierno del departamento de estado gringo, el centro del poder nacional se trasladaria a la casa balanca, Miraflores se mudaria a washington.
Todo lo que hable o prometa capriles en su campaña es falso, engaño para
los más ingenuos, él no sabe qué pasará con su gobierno, hasta el
gabinete se lo nombrarán los gringos. ¿Quién puede imaginar que el
Ministro de Finanzas no sería una ficha gringa? ¿o el de petróleo, o el
Ministro de la defensa?
Entender que nos enfrentamos a una invasion gringa tiene que ser uno de los pilares de la campaña nuestra. El pueblo humilde debe comprender que la invasion adquiere una modelidad inedita, aprovecha las caracteristicas de nuestra realidad, las grietas de la Revolucion y, desde la "trinchea electoral" , intenta fortalecerse, acumular fuerza y, simultaneamente, debilitar a la Revolucion, horadar, desprestigiar, crear miedo, desinformar. Preparar asi una salida cruenta.
¿Quién puede dudar que el imperio
tiene planes cruentos para la Revolución Bolivariana? Ellos saben que en
una eventual salida de Chávez necesitan el terror para meter a la
fuerza bolivariana, al pueblo iracundo en cintura, en cauce de
dominación.
Sería
un engaño pensar que sólo nos enfrentamos a capriles y su combo de
sifrinos. ¡No! El enemigo real son los gringos, ya están aquí
desarrollando sus planes. Quien crea que esto es una elección más, cuyo
resultado no afectará el futuro del país y del continente, quien tenga
la ilusión de que si gana capriles después todo será normal y que a lo
sumo se afectarán los derrotados, se dará cuenta de su engaño arropado
por la ola fascista.
La
confrontación es contra un imperio invasor y la mesa es un estado mayor
de la invasión que recibe dinero e instrucciones de la embajada gringa.
Viajan al norte a consagrarse agentes, tienen un pie aquí y otro en
Miami. El imperio no perdona que, dirigidos por el Comandante, hayamos
alcanzado altos niveles de soberanía. ¡El ejemplo debe ser aplastado!
Estamos
en medio de una guerra. Se desarrolla, por ahora, en su fase pacífica.
La única manera de pararla es con el triunfo del Comandante, pero no
cualquier triunfo, éste debe ser aplastante, que no permita la menor
excusa a los gringos para desconocerlo.
Nada debe de estar por encima de esta meta, octubre es una batalla que necesita de todos los patriotas unidos. El enemigo oligarca intenta dividirnos, siembra dudas y conduce a los
incautos vanidosos para que hagan de sus metas secundarias frentes
contra el gobierno: llamen a manifestaciones, lancen ultimátum fuera de
lugar.
Nada justifica fracturar el campo bolivariano, la hora es de defensa de la patria, del comandante Chavez, del Socialismo!
LluviaDeLasIdeas!